jueves, 22 de octubre de 2009

Como degustar (bien) una vagina

Es un tópico de conversación femenina, que se pronuncia tanto en modernas reuniones de Tupperware como en cenas de amigas o series de televisión tipo Mujeres desesperadas: "Todos los hombres saben meterla pero sólo una minoría es capaz de llevarte al séptimo cielo usando su lengua". Según dicen, las lesbianas lo comen algo mejor: ellas también tienen vagina y saben cómo funciona, pero, por otro lado, no todas las vulvas son iguales. Siguiendo estas instrucciones, válidas para devoradores de órganos de ambos sexos, no te aseguramos que consigas que tu amante tenga un orgasmo, pero al menos quedarás como un/a señor/a por haberlo intentado con todas tus fuerzas.


-Lo primero que hay que hacer antes de empezar a chupar es ganarse al resto del cuerpo de la dueña de la vagina. Una mujer no es como un hombre, no se puede ir directamente al grano, hay que acariciar toda su anatomía, mimarla, darle mucha coba y, cuando por fin se llega a la vagina, decirle lo bonita que es y mostrar mediante gestos y exclamaciones cómo la deseas.

-Antes de nada, coloca a la chica en una postura cómoda, mejor boca arriba o sentada en una cama o sofá mullido, tumbada, rodeada de cojines, que se sienta la reina. Entonces, ya puedes abrirla de piernas y empezar a piropear su conejito y decirle lo bien que huele y lo maravilloso que es. Aunque sea verdad. Hasta las más deslumbrantes top models tienen ahí su talón de Aquiles y suelen albergar dudas sobre la estética de sus labios mayores y menores.

-Mientras acaricias suavemente sus muslos y su vulva, sigue hablando de su entrepierna, de lo suavita que está y de lo caliente que te está poniendo. Ella se irá derritiendo poco a poco con tus palabras y tocamientos. Trabaja bien su ombligo, su vientre y la hipersensible parte interna de sus muslos; manoséala, bésala, lámela, escribe su nombre con la punta de la lengua. Lame también las ingles, bordea el coño pero no lo toques todavía (aún hay más). De vez en cuando, eso sí, roza un instante su vello púbico. Hazte de rogar y ella te acabará suplicando que se lo chupes.

-Efectivamente, ahora ella te ruega que se lo comas. Picotea sus labios vaginales, huélelos, dale suaves golpecitos con la lengua, acarícialos con la nariz o con los labios pero no seas fuguilla y no empieces a chupar a machamartillo; ten un poco de paciencia y prepárala bien: una vagina no es un pene y no se puede meter en la boca de buenas a primeras. Si a ella le apetece y le excita, incluso le puedes afeitar el vello púbico con mucho cuidado. El caso es ir estimulando la zona poco a poco para que se vaya mojando y excitando.

-Nota importante: si eres un hombre y no precisamente barbilampiño, aféitate o, si no, come con cuidado, sin rozar con la lija de tu cara, pedazo de animal. Un arañazo de barba de uno, dos o más días en la hipersensible piel de la vagina puede hacer bastante pupa. Ahora, si tienes barba y/o bigote poblados, te pueden servir de ayuda para estimular la zona, que puede ser "cepillada" con sumo ciudado.

-En cuanto al sexo seguro en el cunnilingus, existen profilácticos vaginales, aunque son un engorro. Así que lo mejor es que tanto la persona que da como la que recibe la felación tengan su historial clínico en regla, si no quieren intercambiar enfermedades como la gonorrea, la sífilis, la hepatitis B o el herpes, entre otras.

-Cuando el coño esté bien precalentado, ya puedes empezar a chupar los labios superiores, primero besándolos suavemente durante un rato y luego morreándolos como si fueran una boca, dándoles con la lengua pero sin penetrarlos todavía. Ahora apártalos. Ahí verás los labios inferiores, que son más sensibles y también necesitan una ración de lengua, pero más delicada. Afila la punta y tómate tu tiempo...

-Poco a poco, profundiza con tu sinhueso en la vulva o, hablando en plata, fóllala con la lengua, pero siempre con tacto y delicadeza. No olvides insistir y decirle una y otra vez lo buena que está su vagina y lo buena que está ella. Nadie se cansa de recibir flores.

-Nunca soples con fuerza en el interior de la vagina. Por una brisilla de aire no pasa nada, pero si soplas a lo bestia puede ser muy peligroso, ya que el aire podría entrar en el torrente sanguíneo y provocarle una embolia a la señora o señorita.

-El culo y el perineo también existen. De vez en cuando, no pasa nada si desvías la boca hacia esas zonas y les das su dosis de placer. Todo eso nos ayudará a llegar a nuestro objetivo: el multiorgasmo.

-Si la notas muy excitada, ya puedes abrir la parte superior de la vagina y buscar el clítoris. No lo toques de momento, sólo mira su estado: si está en reposo, debes currártelo más, si está duro y erecto, puedes empezar a trabajarlo.

-Ojo: nunca toques un clítoris con la manaza seca, ya que podrían quedarse pegados y producir dolor al ser retirados: si has de tocarlo (cosa no siempre necesaria) humedécete los dedos, que la saliva es gratis.

-Chupar un clítoris es complicado porque cada uno es un mundo. Los hay más y menos grandes, más o menos sensibles y más o menos tímidos. Así que aquí tienes que pedir la colaboración de su dueña. Que abra la boca para algo más que gemir y suspirar y te diga si le gusta, dónde le gusta y cómo le gusta o, mejor, que te guíe ella misma con su manita inocente.

-Ahora que ya conoces los gustos de la dama, agárrala bien por las piernas, abriéndolas, y chupa su clítoris, juguetea con él sobre la piel que lo recubre. Aunque cada vulva es de su padre y de su madre, muchas chicas prefieren que se les aplique sobre el clítoris la (más acogedora) lengua abierta y relajada que la puntita tensa, así que prueba así a ver qué le gusta más. Cuando encuentres el punto y el ritmo ideales, tírate un buen rato comiendo clítoris, siguiendo el ritmo de su cuerpo, prestando atención a sus reacciones y orgasmos, fundiendo la cabeza con su coño. Déjate llevar por tu instinto animal y por las reacciones de tu compañera.

-Si se tercia, mientras chupas clítoris masajéala y penétrala con los dedos o con un consolador. Si lo haces con los dedos, mete uno, dos o tres, dependiendo del tamaño del coño (la mayoría piden dos). Asegúrate que se deslicen bien y haz un mete-saca con ritmo constante, pero sin dejar de chupar. Infinidad de mujeres disfrutan más con esta combinación bucodigital que con el pene más gordo del mundo. Tal vez empieces a notar las primeras contracciones orgásmicas.

-Si te apetece y le apetece, también puedes meterle un dedo en el culo muy bien lubricado. Con ciertas mujeres, es mano de santo. Entretanto, no dejes de gemir, hacer "mmmmm" y decir cuánto te gusta su entrepierna y sus aledaños.

-Nota importante: no dejes de chupar, ni abandones el ritmo, hasta que ella te lo pida. Muchas mujeres se quedan a medias porque la cabeza que tienen entre las piernas se cansa o se aburre de chupar. Tu insiste y sigue lamiendo, disfruta del acto, bucea bien y no pares, sigue, sigue...

-Ahora que estáis los dos a cien puedes improvisar y hacer lo que te dicte el instinto, sobar también las tetas, retorcer a la chica, levantarla, pero siempre sin separar demasiado la boca del coñito. Sí, ya sé que se ha corrido un par de veces, pero te recuerdo que no es un hombre que se derrumba tras una eyaculación y necesita recargar pilas. Puede que una mujer quiera correrse 40 veces o tal vez tenga un multiorgasmo cuya duración aumentará si lo alargas moviendo tu lengua en la parte baja del clítoris.

-Cuando ella se quede satisfecha, exhausta, cuando caiga rendida después de un buen puñado de orgasmos, no sólo estará eternamente agradecida y enganchada a ti, sino también deseosa de complacerte en todo lo que le pidas, de devolverte todo el placer que le has dado. Aprovecha y disfruta con ella, ahora su cuerpo está relajado, lubricado y caliente. Dispuesto a todo...

-Si este profundo y húmedo artículo aún te deja con dudas, hazte con una buena guía de campo. Una de las mejores es The ultimate guide to cunnilingus: How to go down on a woman and give her exquisite pleasure de la eminente editora, escritora y educadora sexual Violet Blue.

Esto es todo, amig@s. Al terminar, no olviden supervitaminarse, mineralizarse y cepillarse los dientes.

record guinness del pene mas largo del mundo

record guinness del pene mas largo

Tiempo lectura: 1 minuto 12 segundos
record guinness del pene más largo

Son tantas las visitas que llegan con esa búsqueda que he decidido develar la incógnita.

Primero, hay que dejar perfectamente claro como se debe medir el pene, no faltará el vivo que se lo empieza a medir desde el Culo.

Un centímetro es un centímetro, y hablando del pene, hasta los milímetros cuentan.

fulano- el mío mide 14 centímetros con 3 milímetros.
mengano- ya te chingué, el mio tiene 14 centímetros y 5 milímetros!!!.
fulano- puto.


Entonces, el pene se mide no desde el Culo, tampoco se mide desde los huevos. Se mide desde la base, donde se une el pene con tu vientre, hasta la punta. Ok?

Graficamente ...
             
De aqui--->_,-%/%|
_,-' \//%\
_,-' \%/|%
a aca---> / / ) __,-- /%\
\__/_,-'%(% ; %)%
%\%, %\
'--%'



Para tomar una buena lectura, y no perder milímetros valiosísimos,
te recomiendo que cojas un trocito, o trozote según sea el caso, de hilo ... colocas el hilo a lo largo largo laaaargo de tu miembro, y después mides el hilo resultante. Esto tiene la ventaja de ganar un par de milímetros si tu pene es pronunciadamente curvo.

Esta de mas decir que la medición la debes hacer estando al punto del orgasmo, entre mas a punto estes, mas sangre corre por tu venas y por lo mismo mas longitud tendrá tu partner.

Ahora si, hemos llegado a la parte triste: el punto de comparación.

El pene mas largo del cual se tiene noticia, es de ... 16.95 centímetros!!! Y pertenece a un negro llamado Poronga Tucamote, miembro de una tribu del áfrica septentrional.

Dicho sea de paso, si tu socio mide 10 centímetros o mas, permíteme felicitarte, estás dentro del 1% de hombres1 con el pene mas grande del planeta!!!

¡Bienaventurado seas!

lunes, 19 de octubre de 2009

INSTRUCCIONES DE COMO CHUPAR (BIEN) UN PENE

Hay cientos de técnicas y libros sobre felaciones. Cada maestrill@ tiene su librillo y existen tantos tipos de mamadas como devotos de esta práctica sexual, e incluso se pueden encontrar webs con anónimas felatrices que explican con todo lujo de detalles los secretos de sus técnicas bucales

Hacer una buena felación es una larga historia, la resumiremos en unos cuantos puntos. Es un tópico de conversación de bar entre hombres: sólo una de cada 50 mujeres sabe cómo hacer una mamada. Estas son algunas pistas para conseguirla; unas instrucciones válidas para ambos sexos:

-Para empezar, hay que ponerse de rodillas en el suelo entre las piernas del caballero; además de dar más morbo, esta postura es ideal para dominar toda la entrepierna y poder estimular zonas como el ano o el perineo. También es perfecta si la felación se hace con más de una boca.

-Antes de empezar a chupar, conviene "torturar" un poco al hombre, hacerse de rogar para aumentar el morbo, rozándolo apenas con nariz, lengua o labios, suavemente, mirando a la cara del dueño del falo.

-Una mamada propinada con una lengua seca ni es mamada ni es nada. Asegúrate de que tu lengua está bien húmeda, hidrátala bien: si no se te hace la boca agua, que al menos lo parezca. Si padeces de sequedad bucal, siempre puedes usar un buen lubricante.

-Lame desde la base del pene hasta el glande, primero con la punta de la lengua y luego pasando la sinhueso entera. Humedece bien el falo y luego mastúrbalo con la mano bien empapada en saliva o lubricante.

-Mientras chupas, no dejes las manos tontas, úsalas para acariciar los muslos o estimular el perineo, el ano y los testículos (con las llemas de los dedos y también las uñas, teniendo cuidado de no arañar).

-Sigue lamiendo de abajo a arriba y desde arriba hacia abajo, pero detente en el glande y pon la lengua sobre el orificio de la uretra, estimulándolo bien. Luego recorre todos los bordes del glande con la punta de la lengua, saboreándolo. No olvides demostrar en todo lo momento (mediante gestos lascivos, sonoros jadeos y expresiones guarras) lo mucho que te gusta hacer lo que haces.

-Agarra de nuevo el mango peneal y lame el glande como si fuera un helado. Si ya sale líquido lubricante, absórbelo y extiéndelo por tu lengua sin dejar de mirar fijamente la cara y los ojos del propietario del pene.

-Si vas a poner un condón, ahora es el momento, a ser posible con la boca. Si la pareja es de confianza, es más placentero chupar sin preservativo, pero si no conoces bien a ese hombre ni a su pene, es recomendable usar protección para no contraer enfermedades de transmisión sexual como el Virus del Papiloma Humano que, según un reciente estudio sueco, aumenta considerablemente el riesgo de cáncer de boca.

-Se acabaron las tonterías. Llega la hora de ponerse a "mamar" en serio, tragando el pene entero como hacían los fakires con los sables. Si respiras por la nariz no te ahogarás y, si colocas el cuello de forma adecuada, el pene entrará entero hasta tu garganta caliente. Para las mujeres suele ser más fácil ya que, por regla general, poseen cuerpos más dúctiles y flexibles.

-Quédate un buen rato con el pene dentro de la boca, disfrutando de él, notando cómo crece en tu interior. Puedes hacer "mmmm" para demostrar tu placer y excitar más al dueño del cetro.

-Ahora sácate el pene de la boca y chasquea tu lengua contra el glande. Chúpalo cual pajita. También puedes probar "el toque de la mariposa", es decir, mover ágilmente la punta de la lengua para estimular la zona del frenillo. No dejes que él te fuerce a seguir, ya que eyacularía demasiado pronto. Debes dominar la situación para que el placer dure y el orgasmo sea más intenso.

-Después vuelve a bajar y a subir, estableciendo un ritmo de mete-saca parecido al del coito vaginal o anal, subiendo y bajando la cabeza; él seguro que se acoplará al ritmo con los movimientos de su pelvis. Aquí tu calentón tiene que ser considerable, así que es hora de obedecer al instinto y chupar el pene como si fuera una piruleta, con gula, sorbiendo, babeando, haciendo ruido, tragando. Sin melindres.

-Ano, perineo y testículos son tan importantes para maximizar la erección como el propio pene. Si no te importa y te gusta, lámelos también. Si no, sigue concentrad@ en el pene.

-Si el pene es muy grande o tu boca muy pequeña y tienes problemas para tragar, masturba con la mano mientras chupas: es un viejo truco (muy usado por prostitutas) para que, psicológicamente, parezca que te tragas todo, pero en realidad sólo te comes lo que quieres.

-Si al cabo de un tiempo el hombre no eyacula, esto significa que el pene se ha "acostumbrado" al sube y baja o a la succión y necesita algo nuevo, así que sácala, agarrra los huevos con una mano y el pene con la otra y míralos bien, con lujuria; luego aprieta la base y, cuando maximices la erección, sigue chupando y lame y relame y retuerce la lengua y traga y haz todos los movimientos que sepas o que tu musculatura lingual soporte. Pasa el tiempo, te cansas y tienes ganas de ver el semen así que es hora de quemar todas las naves.

-El hombre no aguantará mucho más, lo ves en su cara. Llega el glorioso momento de la eyaculación, donde se medirá el valor de tu trabajo bucal: si todo ha ido bien, un generoso chorro de esperma caliente saldrá de su pene. Así que vete pensando qué demonios vas a hacer con él.

-Si has decidido tragarlo, retrocede un poco para no atragantarte, recibe los chorros en la boca y luego trágalos. Si no, puedes sacarla y dejar que la eyaculación salte sobre tu cara, o bien echártela en el pecho, en el vientre, en los pies o en cualquier otra parte del cuerpo.

Esto es todo por hoy. Próximamente en sus pantallas: "Cómo degustar una vagina".